Expectativas iniciales a las prácticas:
Nerviosa por afrontar los nuevos retos que se presenten, por saber afrontarlos de la mejor manera.
Nerviosa por conocer a esos pequeños, con su magia y brillo constante, con esa energía que me da vida.
Por ayudar en su progreso, por formar parte del camino en su desarrollo integral.
Por brindar apoyo a las familias, por hacer que sientan en mí una seguridad y apoyo.
Nerviosa por aprender, por mejorar y dar el máximo de mi.
Me siento nerviosa, pero en el sentido más positivo del adjetivo, ese que te hace sacar tu mayor potencial, esfuerzo y ganas.
Es un año más en el que me adentro en la práctica de lo que llevo formándome durante estos cuatro años de carrera.
Aún recuerdo, con cariño y nostalgia, aquellas tardes estudiando el temario, guardando apuntes que pensaba que me serían útiles cuando llegase el momento de enfrentarme a la realidad, fuera de todos esos documentos y teoría. Una vez más, aunque la última dentro de mis estudios de grado universitario, vuelvo a poner en práctica toda esa información que obtuve y que tanto me ha servido.
Sin embargo, es en la acción cuando descubres que no acaba aquí, que es un aprendizaje constante, tal y como un buen pedagogo diría 'Un aprendizaje a lo largo de la vida'. Y qué bonito, ¿no? Me siento afortunada de nutrirme cada día de nuevas experiencias, trucos y técnicas que creas en base a las vivencias o la ayuda de otros profesionales y compañeros.
Mi consejo sería que no sintáis miedo, en su defecto, nervios, de los buenos, de los que impulsan y te hacen dar lo mejor de ti.
No sois aún conscientes de cuánto os va a llenar esta experiencia, del amor que le tendréis a esos niños y de cuánto aprenderéis de ellos. Por ello, disfrutad e ir con la mayor ilusión posible, si dais lo mejor de vosotros mismos estaros seguros de que irá bien.
¡A por ello!

No hay comentarios:
Publicar un comentario